Miguel Zaragoza promueve que las salinas de la provincia de Alicante sean Patrimonio de la Humanidad

lunes, 9 de junio de 2014


El alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, ha propuesto esta mañana que los municipios salineros de la provincia de Alicante se unan junto a la Diputación Provincial para presentar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad del conjunto de salinas de la provincia de Alicante, por el gran valor histórico que el “oro blanco” ha tenido a lo largo de los siglos.

            La iniciativa ha salido del primer edil santapolero en el marco de la inauguración de la exposición “Alicante. Tierra y mar de sal”, que organizada por el MARQ se ha inaugurado esta mañana en el Museo de la Sal del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, a la que han acudido el diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, el director técnico del MARQ, Manuel Olcina, el gerente del MARQ, Francisco Sirvent, y la directora del Parque Natural, Concepción Torres, acompañados por varios miembros de la corporación municipal.
            Zaragoza ha explicado que “la Historia de la sal en Santa Pola se remonta hasta la época de los romanos, que fabricaban en la factoría de salazón del Portus Illicitanus el sabroso garum, una salsa hecha con restos de pescado en salmuera y que se exportaba a todo el Imperio. Ya en los tiempos modernos, a finales del siglo XIX comenzó la industrialización salinera a través de las Salinas Bras del Port, las de Bonmatí-El Pinet y las Múrtulas, creando empresas que supusieron una importante inyección de riqueza y empleo para el pueblo, que se sigue manteniendo hoy en día con una producción estimada de 30.000 toneladas al año”.
El alcalde añadió que “en nuestro caso, las salinas han derivado en una importante experiencia de colaboración público-privada con la catalogación de este espacio como Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, manteniendo la actividad industrial y la enorme biodiversidad del entorno”.
            Por la gran importancia histórica de las salinas alicantinas, Miguel Zaragoza ha pedido ayuda al diputado de Cultura para, en unión con el resto de municipios salineros, iniciar los trámites para solicitar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, guante que Juan Bautista Roselló ha dicho aceptar gustoso.

Alicante. Tierra y mar de sal.
La exposición, que será visitable de forma gratuita en el Museo de la Sal hasta el próximo 31 de agosto, pretende realizar un homenaje a la ancestral e histórica conexión existente entre el territorio de Alicante y la extracción de la sal. Tanto en la costa como en el interior de la provincia, la sal ha sido parte fundamental de nuestra economía, de nuestra sociedad y de nuestro ritmo de vida y costumbres.
Entre las salinas marítimas, Santa Pola –con las salinas de Bonmatí-Pinet, Bras del Port y Múrtulas- y Torrevieja –con las lagunas de La Mata y Torrevieja- constituyen el gran espacio salinero de nuestra provincia en la actualidad, además de las áreas de Agua Amarga y las salinas de Calp. Pero también contamos con las minas de sal de El Pinós y los saleros de Villena en el interior.
La sal ha sido utilizada por nuestros antepasados para múltiples utilidades, como conservante alimentario a través del salazón, como condimento para los alimentos, como aislante para el helado… Incluso tenía un gran valor económico como moneda de cambio, de ahí la denominación de “salario” a la remuneración al trabajador.
Ya en nuestros tiempos adquiere nuevas utilidades como descalcificador, para elaboración de jabones y detergentes, fuente de cloro para las industrias químicas…

            La sal en Alicante tiene una tradición de milenios, comenzando con la Illeta dels Banyets en El Campello o el Portus Illicitanus en Santa Pola, hasta la época de industrialización salinera desde finales del siglo XIX, que se extiende hasta nuestros días.