La nueva Ley estatal ha delegado en la
Comunidad Valenciana la concesión de las ayudas y subvenciones a la
rehabilitación de edificios. A raíz de esta delegación, el Ayuntamiento de
Santa Pola se ha propuesto tramitar las mencionadas subvenciones para que “no
sea por falta de información o por defecto de forma que los interesados no
puedan acceder a las mismas”.
Para ello, el Consistorio ha firmado un
convenio con el IVE (Instituto Valenciano de la Edificación) por el que serán
proporcionados a Santa Pola los programas y herramientas informáticas
necesarias para la gestión y solicitud de las mismas, así como folletos
informativos y medios humanos para formar al personal que tramite las ayudas.
Este personal se situará en el Punto de
Información y Tramitación de Ayudas a la Rehabilitación, y se compondrá de un
equipo técnico (arquitecto y arquitecto técnico) que será enviado por la
Universidad de Alicante (en calidad de becarios de último año de carrera) y una
persona procedente de Servicios Sociales, “que informará a los vecinos de los
requisitos personales que se requieren para el acceso”, tal y como indicaba la
concejal de Urbanismo, Lola Gadea.
Explicaba Gadea que “en estos momentos,
el personal se encuentra en periodo de formación”, por lo que la oficina se
pondrá en marcha “en un plazo máximo de quince días. Posiblemente, para la
primera semana de mayo”. Uno de los objetivos que se persigue es “que todas las
ayudas que se tramiten sean concedidas, puesto que la solicitud que se presente
desde aquí contará con todos los criterios objetivos”.
Una de las principales preocupaciones
del Consistorio santapolero ha sido la rehabilitación de un parque de viviendas
en el que un 60%, aproximadamente, tienen más de 40 años. “De ahí que
impulsásemos la subvenciones y bonificaciones a nivel local, con hasta un 90
por ciento de exención en la licencia de obras”. Esto ha permitido que, desde
el año 2011 hasta ahora, “se multipliquen por cuatro las licencias a tal
efecto”.
Al haberse adelanto, por tanto, a la
línea de ayudas estatal, “intentaremos que los edificios que se están
rehabilitando actualmente pueden optar por estas subvenciones. Para ello, nos
hemos puesto en contacto con los administradores de fincas correspondientes,
con el objetivo de acelerar la tramitación oportuna”. Del mismo modo, esta
tendencia retroactiva será aplicable a las viviendas unifamiliares que estén en
proceso de obras por rehabilitación.
“Nuestra principal preocupación”,
insistía Gadea, “siempre ha sido la seguridad del vecino”, hecho sobre el que
abundaba Miguel Zaragoza, alcalde de Santa Pola, quien añadía que “hay que
tener en cuenta no sólo el envejecimiento de nuestro parque de viviendas,
también las especiales condiciones que presenta nuestro bajísimo nivel freático
y la elevada salinidad. De ahí que el Ayuntamiento bajase de 50 a 40 años la
obligatoriedad de pasar la Inspección Técnica de Edificios”.
Zaragoza alababa especialmente esta
nueva línea de ayudas que se han puesto en marcha “porque cierra un círculo. Es
positivo para las familias, es positivo para la seguridad del vecino y es
positivo para el empleo, porque reactivará la oferta laboral a numerosas pymes
de la localidad”.
Recalcaba la importancia de que se
busque la “justicia social y se faciliten a los que menos recursos tienen el
hecho de habitar en una vivienda digna, con las mismas condiciones de
seguridad”.
Por todos estos motivos esperaban una
respuesta “masiva e importante” por parte de todos los afectados, “ya que
estamos dando pasos importantes de cara a una mejor información al ciudadano,
su acompañamiento y una lucha conjunta para que consiga la subvención que le
corresponde en el lapso de tiempo más breve posible”.