La Unidad Marítima ya está operativa hasta el 15 de septiembre

lunes, 8 de junio de 2015

El pasado 7 de junio, la Unidad Marítima de Santa Pola, comenzó su servicio al ciudadano. Una actividad que se llevará a cabo hasta el 15 de septiembre. El concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Pérez Huerta, destacaba la importancia de este servicio en tanto en cuanto unidad “de auxilio y prevención a los bañistas, priorizando la seguridad y velando por el cumplimiento de las ordenanzas municipales”.


En definitiva, un servicio pensado para la armonización de un ocio seguro en playas. La unidad está dirigida por dos responsables a los que se unen ocho interinos (tres mujeres y cinco hombres), “todos ellos con el título de patrón de embarcaciones, que les habilita para llevar el barco, con lo que se mejora la productividad y organización interna”, afirma Pérez Huerta.

A la formación se unen los medios con que se ha dotado a esta Unidad Marítima, a saber, dos embarcaciones, un camión en caso de necesidad de remolcar alguna embarcación, un vehículo para traslado de emergencias y un quad para la vigilancia en playas.

El servicio se fragmenta en dos apartados, según el edil. “Uno de ellos, la unidad marítima, que operará de 7.00 a 19.00 horas. El segundo, la unidad de playas, que estará en servicio de 7.00 a 22.00 horas. Un horario amplio que se adapta a las horas de estancia de los bañistas en la playa”. Además, existirá un retén de guardia para los casos de emergencia que se produzcan fuera del horario anterior.

Esta Unidad es realidad gracias a la “colaboración con la concejalía de Playas y Turismo”. Una retroalimentación con diversas áreas del Ayuntamiento que se concreta, además, con la “función de apoyo logístico en balizamiento, con el fin de ahorrar al consistorio el coste de externalización al Ayuntamiento”.


Pérez Huerta resumía las funciones de la Unidad Marítima, en concreto, “vigilancia en las playas, atención a emergencias marítimas y, en su caso, recepción de pateras, velar por el cumplimiento de las ordenanzas, prevención de robos, vigilancia de las actividades de pesca en lugares y horarios prohibidos con el fin de evitar accidentes producidos porque los pescadores se dejan los anzuelos en la playa, observación de que no haya animales sueltos, prohibición de la venta ambulante y auxilio a los usuarios”.