Servicios Sociales ve incrementada la “cronificación de conflictos” por la dependencia económica ante la crisis

miércoles, 26 de marzo de 2014


Durante 2013 el SEAFI, Servicio Especializado de Atención a la Familia e Infancia, atendió a 24 familias de Santa Pola. La edil de Servicios Sociales Ana Blasco, de cuya área depende este servicio, la terapeuta familiar Kika Maestre y las educadoras familiares Leticia Serrano y Sandra Bonmatí, realizaron balance de este departamento y explicaron sus proyectos para el presente año.
 
24 familias atendidas y once casos cerrados en 2013
            Del total de familias, once se trataba de casos heredados de 2012, de los cuales siete finalizaron su intervención en 2013. Las trece familias restantes del total iniciaron su tratamiento en 2013 y cuatro de ellas lo acabaron hasta el 31 de diciembre.
            Es decir, en total once casos terminaron su intervención en 2013. De éstos, el 29 por ciento obtuvo un resultado favorable, un seis por ciento más que en 2012. El 17 por ciento de los casos finalizados supuso un resultado no tan favorable, aunque cabe destacar que esta cifra fue un 25 por ciento menor que en 2012. La causa de este resultado no tan positivo “es que se han conseguido cambios en las familias, pero no todos los objetivos planteados inicialmente”, explica Maestre.

Un total de 41 menores atendidos
Durante el pasado año, el SEAFI atendió a 41 menores. De éstos, 30 se encuentran en situación de riesgo. Maestre explica este concepto: “se da cuando la integridad física o emocional del niño peligra, ya sea por maltrato, por falta de atenciones, por negligencia de los padres o porque sus necesidades básicas, psicológicas, cognitivas, educativas y físicas no están cubiertas”. Cuando se da uno de estos casos, el SEAFI actúa en la educación sobre cómo ser padre.
            Maestre explicó que se ha detectado un aumento en la conflictividad familiar que afecta a todos los miembros. Ello se debe, principalmente, “a los conflictos cronificados, que llevan arrastrándose varios años, y que se han visto agravados por la crisis, ya que hay muchas parejas con hijos menores a cargo que no cambian su situación conyugal debido a la dependencia económica, y esto crea tensiones”.

Tiempo para reeducar
El tiempo medio de intervención por familia es de 10,3 meses en los que se reparten alrededor de 15 sesiones por caso. El total de sesiones durante 2013 fue de 348. “Se trata de un periodo de tiempo considerable, dado que en la mayoría de los casos debemos modificar conductas y enseñar otras nuevas”, afirma Maestre.  
            Esta reeducación se realiza a través de tres técnicas de intervención. Primeramente, la orientación psicosocial/familiar, cuyo objetivo es el fortalecimiento de las capacidades familiares y de los lazos entre sus miembros. En segundo lugar, la mediación familiar, una vía de resolución de conflictos para llegar a acuerdos a través de un mediador. Por último, la terapia familiar o individual, que consiste en un tratamiento especializado que provoque los cambios necesarios en la familia para que ésta normalice sus relaciones personales y sociales. Estas técnicas se utilizan en función de la naturaleza y casuística del problema a tratar.
            Dentro de la orientación familiar, se trabajan las habilidades parentales, la negociación dentro del seno familiar, la adaptación de los miembros a nuevas circunstancias, la toma de decisiones, la jerarquía familiar o la diferenciación y distribución de los roles.
            En cuanto a la terapia familiar e individual, el SEAFI realiza acciones de comunicación conyugal y resolución de conflictos cuando hay menores involucrados, de expresión emocional, de fortalecimiento personal, de refuerzo de roles y de desmitificación de usos y costumbres.

Para 2014
El objetivo del SEAFI para 2014, según explica Ana Blasco, edil de Servicios Sociales, es la “consolidación de este servicio como referente terapéutico en la protección de los menores y desmitificar su visión como organismo de control”. Además, Blasco adelantó que “se pretende ampliar los servicios a la sensibilización poblacional y a la prevención y no circunscribirlos sólo a la intervención familiar y al asesoramiento de los profesionales”.
           
Metas y procesos claros
El principal fin del SEAFI es la preservación de la unidad familiar, lo cual se consigue totalmente en un 83 por ciento de los casos. Los principales problemas familiares con menores involucrados a los que se ha enfrentado este servicio han versado sobre conflictos conyugales, dificultades en situaciones de separación y divorcio, falta de habilidades parentales, violencia en el núcleo familiar, falta de comunicación entre padres e hijos y dificultades en la intervención para favorecer el retorno de menores en acogimiento.
            En cuanto al proceso, Servicios Sociales deriva los casos que lo requieran al SEAFI. Para ello, se establecen objetivos, temporalización y se funciones de cada profesional implicado.
            En la fase de intervención y seguimiento, los terapeutas y técnicos del SEAFI planifican la orientación y tratamiento de cada caso y se mantienen reuniones de seguimiento. Una vez finalizada la intervención, el SEAFI realiza un informe sobre cada caso y un seguimiento que dura entre tres y seis meses en función del problema a través de reuniones periódicas con las familias.

            Este proceso “no sería posible sin la coordinación interdepartamental entre SEAFI y Policía Local, ESB, centros sanitarios, centros escolares, servicios de otros municipios y técnicos de la Dirección Territorial de Bienestar Social.