Durante
2013 el SEAFI, Servicio Especializado de Atención a la Familia e Infancia,
atendió a 24 familias de Santa Pola. La edil de Servicios Sociales Ana Blasco, de
cuya área depende este servicio, la terapeuta familiar Kika Maestre y las
educadoras familiares Leticia Serrano y Sandra Bonmatí, realizaron balance de
este departamento y explicaron sus proyectos para el presente año.
24
familias atendidas y once casos cerrados en 2013
Del total de familias, once se
trataba de casos heredados de 2012, de los cuales siete finalizaron su
intervención en 2013. Las trece familias restantes del total iniciaron su
tratamiento en 2013 y cuatro de ellas lo acabaron hasta el 31 de diciembre.
Es decir, en total once casos
terminaron su intervención en 2013. De éstos, el 29 por ciento obtuvo un
resultado favorable, un seis por ciento más que en 2012. El 17 por ciento de
los casos finalizados supuso un resultado no tan favorable, aunque cabe
destacar que esta cifra fue un 25 por ciento menor que en 2012. La causa de
este resultado no tan positivo “es que se han conseguido cambios en las
familias, pero no todos los objetivos planteados inicialmente”, explica
Maestre.
Un
total de 41 menores atendidos
Durante
el pasado año, el SEAFI atendió a 41 menores. De éstos, 30 se encuentran en
situación de riesgo. Maestre explica este concepto: “se da cuando la integridad
física o emocional del niño peligra, ya sea por maltrato, por falta de
atenciones, por negligencia de los padres o porque sus necesidades básicas,
psicológicas, cognitivas, educativas y físicas no están cubiertas”. Cuando se
da uno de estos casos, el SEAFI actúa en la educación sobre cómo ser padre.
Maestre explicó que se ha detectado
un aumento en la conflictividad familiar que afecta a todos los miembros. Ello
se debe, principalmente, “a los conflictos cronificados, que llevan
arrastrándose varios años, y que se han visto agravados por la crisis, ya que
hay muchas parejas con hijos menores a cargo que no cambian su situación
conyugal debido a la dependencia económica, y esto crea tensiones”.
Tiempo
para reeducar
El
tiempo medio de intervención por familia es de 10,3 meses en los que se
reparten alrededor de 15 sesiones por caso. El total de sesiones durante 2013
fue de 348. “Se trata de un periodo de tiempo considerable, dado que en la
mayoría de los casos debemos modificar conductas y enseñar otras nuevas”,
afirma Maestre.
Esta reeducación se realiza a través
de tres técnicas de intervención. Primeramente, la orientación
psicosocial/familiar, cuyo objetivo es el fortalecimiento de las capacidades
familiares y de los lazos entre sus miembros. En segundo lugar, la mediación
familiar, una vía de resolución de conflictos para llegar a acuerdos a través
de un mediador. Por último, la terapia familiar o individual, que consiste en
un tratamiento especializado que provoque los cambios necesarios en la familia
para que ésta normalice sus relaciones personales y sociales. Estas técnicas se
utilizan en función de la naturaleza y casuística del problema a tratar.
Dentro de la orientación familiar,
se trabajan las habilidades parentales, la negociación dentro del seno
familiar, la adaptación de los miembros a nuevas circunstancias, la toma de
decisiones, la jerarquía familiar o la diferenciación y distribución de los
roles.
En cuanto a la terapia familiar e
individual, el SEAFI realiza acciones de comunicación conyugal y resolución de
conflictos cuando hay menores involucrados, de expresión emocional, de
fortalecimiento personal, de refuerzo de roles y de desmitificación de usos y
costumbres.
Para
2014
El
objetivo del SEAFI para 2014, según explica Ana Blasco, edil de Servicios Sociales,
es la “consolidación de este servicio como referente terapéutico en la
protección de los menores y desmitificar su visión como organismo de control”.
Además, Blasco adelantó que “se pretende ampliar los servicios a la
sensibilización poblacional y a la prevención y no circunscribirlos sólo a la
intervención familiar y al asesoramiento de los profesionales”.
Metas
y procesos claros
El
principal fin del SEAFI es la preservación de la unidad familiar, lo cual se
consigue totalmente en un 83 por ciento de los casos. Los principales problemas
familiares con menores involucrados a los que se ha enfrentado este servicio
han versado sobre conflictos conyugales, dificultades en situaciones de
separación y divorcio, falta de habilidades parentales, violencia en el núcleo
familiar, falta de comunicación entre padres e hijos y dificultades en la
intervención para favorecer el retorno de menores en acogimiento.
En cuanto al proceso, Servicios
Sociales deriva los casos que lo requieran al SEAFI. Para ello, se establecen
objetivos, temporalización y se funciones de cada profesional implicado.
En la fase de intervención y
seguimiento, los terapeutas y técnicos del SEAFI planifican la orientación y
tratamiento de cada caso y se mantienen reuniones de seguimiento. Una vez
finalizada la intervención, el SEAFI realiza un informe sobre cada caso y un
seguimiento que dura entre tres y seis meses en función del problema a través
de reuniones periódicas con las familias.
Este proceso “no sería posible sin
la coordinación interdepartamental entre SEAFI y Policía Local, ESB, centros
sanitarios, centros escolares, servicios de otros municipios y técnicos de la Dirección Territorial
de Bienestar Social.