Con motivo del décimo aniversario del atentado del 11
de marzo perpetrado en Madrid, el Consistorio ha celebrado a las 12.00 un acto
de repulsa al terrorismo y de apoyo a las víctimas. Asistieron miembros de todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento y un
nutrido grupo de trabajadores y ciudadanos.
Miguel Zaragoza, alcalde de Santa Pola, recordó que
“tal día como hoy, hace diez años, con un modus operando de diez bombas en
trenes de Cercanías, unos salvajes sesgaron la vida de 191 personas en el que
fue el atentado más cruel en Europa en tiempos de paz”.
Zaragoza recordó también en su
discurso que se trataba de “personas que iban al trabajo o a estudiar” y de un
acto del que “es imposible comprender los motivos porque es una barbarie y una
sinrazón”.
El primer edil habló también de las
soluciones: “que no haya fisuras en la Administración ni
en la Justicia
y que todos los partidos políticos estén unidos en esta lucha contra la
barbarie”, por ello, el Ayuntamiento mostró ayer un nexo de unión al estar
presentes en el acto todas las fuerzas políticas con representatividad
municipal.
A nivel social, Zaragoza instó a “defender un ideal
de libertad de pensamiento y de obra” y a “reforzar el sentimiento democrático
de una sociedad con una sola voz: la de los que quieren vivir en paz, algo que
sólo puede conseguirse en un contexto democrático”.
El acto finalizó con la lectura de un memorándum por
parte de la primera teniente de alcalde, Lola Gadea, y en cuya redacción
participaron todos los grupos políticos. En el texto se hacía referencia a las
secuelas físicas y psicológicas no sólo de las víctimas, “sino también de una
sociedad que se sintió amenazada”. Se recogía el reconocimiento a “la madurez
humana y democrática de una sociedad” que se manifestó y se sigue manifestando
contra el terrorismo y, por último, se rechazaba “cualquier acto terrorista,
porque ningún acto de este tipo puede comprenderse y menos tal aberración moral
y humana”, en referencia al atentado del 11M.