viernes, 28 de febrero de 2014

El Ayuntamiento cede la OMIC para la primera reunión de FACPYME tras el cambio de directiva



El consistorio santapolero ha cedido a FACPYME, Federación Alicantina de Comerciantes y Pequeñas y Medianas  Empresas, y a la Asociación de Comerciantes de Santa Pola sus instalaciones de la OMIC, Oficina Municipal de Información al Consumidor, donde se ha celebrado la primera reunión de la institución desde que Antonio Sáez tomara la presidencia.

            La edil de Comercio, Encarnación Mendiola, ofreció esta estancia “para facilitar la política de trabajo conjunto entre FACPYME y la Asociación de Comerciantes de Santa Pola y, por ende, con el Ayuntamiento, dado que de aquí saldrán propuestas y actuaciones interesantes”. Mendiola, en su labor de anfitriona, brindó no sólo el lugar de reunión, sino que invitó a los asistentes a degustar las bondades de la cocina santapolera de cada bar y restaurante y de la Escuela de Hostelería del Instituto Cap de l’Aljub.
            Pepa Garri, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Santa Pola, se mostró satisfecha “porque FACPYME haya pensado en Santa Pola para mantener esta primera reunión desde el cambio de directiva” y agradeció la colaboración del Ayuntamiento.
           
Línea de trabajo con el Ayuntamiento
Antonio Sáez, presidente entrante de FACPYME, señaló que la línea de trabajo con el consistorio la coordinará Pepa Garri, “dado que es el enlace entre Ayuntamiento y Federación y una gran conocedora de la realidad comercial, hostelera y restauradora de la localidad”.

Puntos a tratar
La reunión trató asuntos como la dación de cuenta de la gestión del primer mes de trabajo desde el cambio en la directiva. Además se perfiló el sistema y metodología de trabajo a seguir para conseguir la prioridad de Sáez: “Atender a los asociados para cubrir sus necesidades y proporcionarles los servicios de los que ellos no pueden encargarse. En definitiva, defender al pequeño comercio y a las pequeñas y medianas empresas”.
            Se trata pues, como describía el presidente de FACPYME de “un nuevo rumbo pero con un mismo objetivo, el de servir a las PYMEs”. Para ello ya se tienen sobre la mesa varios proyectos en conjunción con las diferentes Administraciones Públicas, “centrados en los municipios más pequeños”.

La lucha contra la competencia desleal
Según Antonio Sáez, el reto más destacado al que se enfrenta la federación que preside es la lucha contra la competencia desleal. La Federación se opone a la construcción del macrocentro comercial en Rabassa, que acompañará a IKEA. Para ello, ya se han reunido con los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Alicante, con diversas asociaciones y medios de comunicación.
            Sus argumentos son tajantes: “este centro creará una importante desestabilización comercial dentro de la provincia debido a la migración de consumidores del pequeño comercio al macrocentro, con el consecuente incremento del paro dentro de las PYMEs”. De hecho, señala que en Francia “no quieren estos macrocentros y parece ser que en España tenemos que ser los Quijotes de Europa y admitir este tipo de centros que lo único que buscan es la especulación urbanística”.
            La segunda principal razón que esgrime Sáez es precisamente la de la especulación urbanística y lo apoya con datos: “Por lo general, entre un 40 y un 45 por ciento de los establecimientos de los centros comerciales están cerrados, por lo tanto, no se trata de crear trabajo y dinamizar el comercio, sino que el negocio es puramente inmobiliario”.

            De esta manera, con Santa Pola como marco, se relanza una estrecha colaboración entre Ayuntamiento,FACPYME y Asociación de Comerciantes de Santa Pola.