El Ayuntamiento de Santa Pola, en colaboración con la
empresa concesionaria del servicio municipal de saneamiento, Aquagest Levante,
ha llevado a cabo los trabajos de rehabilitación de la red de alcantarillado de
la avenida Portus Illicitanus, una actuación muy necesaria dado el avanzado
estado de deterioro y erosión que presentaba el colector municipal. El importe
de ejecución de las obras ha sido de 100.000 €.
La infraestructura de alcantarillado rehabilitada, que
recoge la totalidad de las aguas residuales que se generan en las viviendas del
casco urbano del municipio, constituye una de las principales arterias de la
red municipal de saneamiento, por lo que es fundamental que su estado de
conservación y funcionamiento sea el adecuado.
Los trabajos realizados han consistido en la rehabilitación
de 160 metros
de longitud de una doble conducción de saneamiento de 600 mm de diámetro nominal.
Para ello se ha empleado un sistema de rehabilitación mediante manga
reversible, especialmente indicado para conducciones con grietas, roturas y
fugas.
Con este sistema de rehabilitación sin juntas, se crea una
“tubería dentro de la tubería dañada”. La manga instalada queda adherida a las
paredes de la tubería, dotando a la conducción de estanqueidad, deteniendo la
penetración de raíces y solucionando la erosión interior del colector. Asimismo,
se consigue mejorar la capacidad hidráulica, incrementar la resistencia
mecánica de la conducción y mejorar la resistencia a las aguas residuales
agresivas.
A diferencia de los sistemas tradicionales de ejecución de
obra, con la rehabilitación de conducciones mediante manga reversible no es
necesario abrir una zanja, ya que el procedimiento se realiza dentro del propio
terreno, rehabilitando la tubería existente.
Según ha comentado la concejala de Infraestructuras, Loreto
Serrano, “gracias a esta nueva tecnología, se reducen ostensiblemente las
molestias para el peatón y el tráfico, se aumenta la seguridad de los
trabajadores, se acorta el tiempo de ejecución de obra y se minimizan los
problemas ambientales como la contaminación acústica, el alto consumo
energético de la maquinaria pesada o el vertido final de los productos de
excavación”.