El Ayuntamiento perseguirá el pegado indiscriminado de propaganda con sanciones de hasta 3.000 euros

martes, 17 de agosto de 2010


El Ayuntamiento de Santa Pola ha intensificado la campaña de limpieza de los espacios y elementos públicos durante la temporada estival para ofrecer una mejor imagen del municipio que, a menudo, se ve degradada por la escasa conciencia cívica de algunos ciudadanos. Entre otras incidencias, se ha detectado una proliferación de propaganda pegada al mobiliario urbano o a las fachadas que está siendo especialmente perseguida y ya se ha abierto varios expedientes que pueden desembocar en multas de hasta 3.000 euros.

Es habitual encontrar durante todo el año, pero de forma más acentuada en verano, pegatinas de cerrajeros y otros profesionales adheridas sobre las farolas, mobiliario urbano, puertas y fachadas públicas o privadas. La Policía Local está haciendo un seguimiento a los responsables de estas infracciones y ya se han cursado varios expedientes de sanción. Se recuerda que también está prohibido pegar en la vía pública carteles de particulares que ofrecen servicios, clases particulares, alquileres de viviendas, etc., estando sujetos a la misma normativa.
La ordenanza municipal reguladora de la limpieza indica expresamente en su artículo 25 que “se prohíbe la colocación de carteles fuera de las carteleras aprobadas por el Ayuntamiento, a excepción hecha de los casos expresamente autorizados por la Autoridad Municipal. Serán responsables de la infracción a lo dispuesto anteriormente las personas individuales o jurídicas en cuyo favor se hiciera la publicidad, la promuevan, gestionen o lleven a efecto la colocación de los carteles”.
Asimismo, el artículo 26 prohíbe “el reparto individualizado de propaganda escrita, con excepción de su colocación en buzones de correos de viviendas y establecimientos y en aquellos espacios que los vecinos o la comunidad de propietarios del edificio hayan instalado al efecto”. Las sanciones van desde los 100 euros de una infracción leve hasta los 3.000 euros de una infracción muy grave, a lo que se debe añadir los gastos de limpieza y eliminación de la propaganda.