'Aprender
es Guaaau'. Un nombre que encierra diversión y educación, realizado a la medida
de los menores usuarios del Centro de Día de Pablo Iglesias. Se trata de una
iniciativa de Humanymal y la Concejalía de Servicios Sociales que comenzó su
andadura el pasado viernes 27 de febrero y que se prolongará durante ocho
sesiones de dos horas hasta junio.
Además, se trata de un proyecto
gratuito para el Consistorio: “Ha podido salir sin financiación porque a
cambio, los alumnos de Humanymal pueden trabajar y hacer prácticas sobre
terapia asistida con animales”, explicaba Natalia Pérez, directora de
Humanymal. Se está, por tanto, ante un proyecto de filosofía win, win,
en la que todos ganan.
Ya en 2010 se comenzó a trabajar con
cánidos. El pasado 20 de febrero, los jóvenes, de 7 a 12 años, tuvieron una
primera toma de contacto con los perros que les servirán para luchar contra el
fracaso escolar y para fomentar su habilidades emocionales. Un comienzo muy
positivo, pues, como afirmaba Ana María Blasco, concejal del área, “es un
proyecto que ha ilusionado mucho a los chavales, puesto que supone romper el
ritmo de trabajo diario y aprender nuevas habilidades”.
Natalia Pérez destacó que se trata
de “un proyecto a la medida del colectivo. Evaluamos a los niños y, en función
de sus necesidades, seleccionamos a los perros, cuyas razas son caniche
gigante, labrador y mestizo”. Estos jóvenes, en situación de vulnerabilidad,
serán beneficiarios de una intervención psicoeducativa facilitada por los
perros, por Humanymal y por el personal del Centro de Día.
Entre este personal se encuentra
Kika Maestre, psicóloga, exponía cómo el trabajo con animales aumenta la
concentración, disminuye la desmotivación académica y las dificultades de atención e incrementa la
coordinación física: “Los jóvenes realizarán con los perros la descarga
emocional y física suficiente para que luego puedan rendir mejor académicamente”.
Las actividades que conforman este
proyecto es el entrenamiento y práctica del Agilitty con los perros, animación
lectora facilitada con perros, dinámicas de expresión emocional y ejercicios de
estimulación cognitiva, entre otras. Los ocho profesionales del ámbito
sanitario, social, educativo y de entrenamiento animal y Otto, Leila, Boira y
Aussie, los cánidos elegidos para esta
actuación, servirán como catalizador para motivar el aprendizaje, favorecer la
comunicación, la adquisición de valores y la cohesión grupal.
En este sentido, Natalia Pérez
abundaba en que se trata de “un aprendizaje que servirá a los chavales para
autorregular su conducta y extrapolar lo aprendido al resto de ámbitos de su
vida”. Y, hablando de extrapolaciones, Blasco no descarta, desde su concejalía,
aplicar esta terapia a personas con discapacidad e incluso repetir la
experiencia con los jóvenes el año próximo.