El
pasado domingo el balcón del piso superior de un edificio en Playa
Lisa se desplomaba a causa de los problemas estructurales ocasionados
por la humedad. Automáticamente, los servicios del Ayuntamiento y la
concejal de Urbanismo, Lola Gadea, se desplazaban al lugar de los
hechos para comprobar el estado de la vivienda y clarificar la causa.
Según
Gadea, “el edificio tenía más de 40 años. Se había construído
en los años 60. El aspecto más positivo es que no se han tenido que
lamentar víctimas”. Otro de los puntos positivos es que el
Ayuntamiento emprendió hace más de un año una campaña de
Rehabilitación de Edificios de más de 40 años. Una acción que
refrenda “el esfuerzo del Ayuntamiento por adelantarse y prevenir
este tipo de sucesos. Lamentablemente, el consistorio no puede dar el
ciento por ciento de cobertura porque la obligación última de
realizar la inspección y las obras es del propietario”.
Durante
dicha acción, el consistorio envió más de 2.000 cartas
personalizadas a los propietarios de viviendas de más de cuatro
décadas, “con teléfonos de información para que los vecinos
realizaran las inspecciones técnicas pertinentes”.
“A
raíz de dichas inspecciones, se pueden detectar patologías que se
pueden solucionar con un pequeño desembolso de dinero para no llegar
a males mayores”, apostillaba Gadea.
Gadea
recordaba el proceso: “cuando se realiza un informe de inspección
negativo, en el que se detecta una patología, se le da información
a los vecinos sobre cómo acometer la obra en plazo y cómo acogerse
a las ayudas ministeriales”. Además, el propio consistorio otorga
una subvención del 90% del coste de la licencia de aquéllas obras
derivadas de la reparación de los problemas detectados a raíz de
las inspecciones a edificios.
En
este sentido, el Consistorio seguirá con el trabajo emprendido de
información a los usuarios y de las mencionadas bonificaciones para
la rehabilitación para aquéllos edificios que cumplan los
requisitos de Ministerio.