Los servicios técnicos de la Consellería han
realizado una puntualización al proyecto y ya la han remitido a la Dirección Territorial ,
la cual, se prevé que resuelva el proyecto durante la primera semana de
febrero.
El
siguiente paso es que la Dirección Territorial remita el proyecto a la Dirección General
que, a su vez le dará el visto bueno y lo enviará a la Secretaría Autonómica
para que lo apruebe y realice la disposición del gasto, que asciende a 100.000
euros. Se prevé que esta segunda parte del proceso a cargo de la Dirección General
y de la
Secretaría Autonómica tenga una duración de una semana más.
Demolición en Semana Santa
El
proyecto de demolición tendrá una “ejecución inmediata”, en palabras del
Alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, en cuanto finalicen los procesos
administrativos. Zaragoza puntualizó que “ejecución inmediata” significa “una
época en la que no haya actividad escolar. Estamos barajando las vacaciones de
Semana Santa y en principio ésa es la fecha en la que se comenzará la
demolición”, que es la primera ocasión en la que se suspenden las clases
durante varios días.
En cuanto al plazo de tiempo, Zaragoza aseguró que
esos días de vacaciones escolares “serán suficientes para ejecutar la
demolición, dadas las características del colegio y las unidades que
trabajarán”.
Con normalidad y garantías
Mientras,
“se mantendrá la unidad educativa en el Colegio Público José Tovar con totales
garantías, total normalidad y de forma inmediata para que los estudiantes no
pierdan clase”, declaró el concejal de Educación, Tomás Martínez. La
reubicación de los alumnos en el centro vecino se hará, por tanto, con la misma
celeridad y efectividad con que se realizara hace un año.
De hecho, “se ha llevado a cabo una inversión
importante en el patio de recreo del centro José Tovar” para su reubicación y,
además, se ha reforzado la entrada y salida de los colegios con una patrulla de
la Policía Local.
Compromiso
y necesidad
“El siguiente paso a la demolición del colegio será
la redacción del proyecto del nuevo colegio” según declararon Zaragoza y
Martínez. La construcción del futuro edificio es “un compromiso y una necesidad
tanto educativa como psicológicamente”, en palabras del primer edil de la
villa, a la que el Consistorio dará respuesta.
Inmediatamente después de recibir el informe de la Dirección General
de Ordenación, Miguel Zaragoza y Tomás Martínez mantuvieron una reunión con el
AMPA del Colegio Hispanidad e informaron a la dirección del centro de la
noticia. La AMPA
se mostró “satisfecha de que la demolición se realice en Semana Santa para no
romper el curso natural de estudios”, según el Alcalde de la localidad.