DOLORES ROVIRA MARTÍNEZ
Todos conocemos a Dolores
Rovira Martínez por su relación laboral con este Ayuntamiento, y otros la
conocemos como la “mujer de Andrés el de
Batiste”, esa gran persona que quien lo conoció en su faceta de camarero
siempre lo tuvo en gran consideración y gran estima por su nobleza y buen
carácter.
Dolores Rovira comenzó su relación laboral con este
Ayuntamiento el día 10 de septiembre de 1982, como limpiadora de Centros
Escolares, comenzando su andadura en el Colegio Hispanidad.
Con el tiempo prestó sus servicios en el Colegio Cervantes,
para volver posteriormente al Hispanidad nuevamente hasta su jubilación, el
pasado día 8 de marzo
Dolores ha demostrado tener una gran fortaleza y ha sabido
compaginar su trabajo y sus obligaciones familiares desde siempre y con una
mayor dedicación desde que su marido contrajo la enfermedad que le impidió
seguir con su vida profesional.
Mujer trabajadora, luchadora, querida y apreciada que en el
transcurso de su vida laboral ha cumplido cuidadosamente con sus obligaciones y
se ha hecho querer de sus compañeras llegando a crear un vinculo de amistad que
perdura en el tiempo aún después de su jubilación.
Y hoy, en este acto, rodeada de los empleados municipales y
de los miembros de la Corporación
le deseamos una andadura feliz en esa nueva etapa que sin duda sabrá afrontar,
la de persona jubilada junto a sus cuatro hijos y cinco nietos.
MARÍA DEL CARMEN CALVERO IBAÑEZ
María del Carmen no nació en Santa Pola, pero se considera
una santapolera en toda la extensión de la palabra.
Su primer trabajo fue envasando pescado en la Empresa de Tambores.
Desde el 22 de octubre de 1984 hasta el pasado 23 de Junio
ha prestado sus servicios en este Ayuntamiento, en calidad de Limpiadora de
Centros Escolares, del Colegio Azorín pasó al Cervantes donde conoció a su
compañera Loli Rovira, y del Cervantes
a Hispanidad, también con su compañera Loli, de ahí, que les una hasta
hoy una buen amistad dentro y fuera del ámbito laboral.
Mari Carmen ha sido una persona emprendedora y luchadora, que
con mucho esfuerzo y sacrificio ella sola ha sacado a su familia adelante, una
familia numerosa de cuatro hijos, que en el transcurso del tiempo le han dado
seis nietos.
Pero qué son seis nietos comparados con el número de niños
que en el transcurso de su vida han pasado por los colegios en que ella ha
prestado tan dignamente sus servicios.
Y esta Corporación, en nombre de Santa Pola, en este acto
desea agradecerle públicamente su dedicación esmerada en la limpieza de esos
colegios donde hemos pasado casi todos los aquí presentes, y aún hoy nuestros
hijos.
EUSEBIO VICENTE POMARES BOTELLA
¿Quí no coneix a Vicent el Botges?
Vicent, siempre se le ha considerado un miembro importante
de esta familia que formamos todos los trabajadores del Ayuntamiento que nos dedicamos
al bienestar de nuestros conciudadanos.
¿Por qué todo el mundo conoce a Vicent?
Independientemente de ser una gran persona y muy servicial ha
trabajado en distintos departamentos municipales desde el año 1982.
Empezó su singladura en el departamento de jardinería como
peón, pasando posteriormente al de albañilería y también aportó su “granito de
arena” en la limpieza de las Playas, para pasar en 1997 definitivamente al
Departamento de Jardinería.
De ahí, que todo el mundo lo conozca, pues ha prestado sus
servicios durante treinta años en nuestras calles, con su escoba en la
mano, cuidando los jardines y cumpliendo
con sus cometidos al pie de la letra
Y si algo le caracteriza es su bondad y simpatía que a
partir de su jubilación seguirá compartiendo con sus vecinos y en especial con
su familia, y por ello la Corporación
Municipal le da las gracias por su trabajo llevado a cabo tan
dignamente en el transcurso de estos últimos treinta años.
PASCUAL LAFUENTE PIEDECAUSA
Pascual Lafuente Piedecausa entró a formar parte de esta
gran familia como personal laboral fijo el 28 de Mayo de 1997 pasando a ser
vigilante cuidador del Acuario el 1 de octubre de ese mismo mes.
Antes ejerció de motorista en diversos barcos faenando en el
mar.
En el Acuario ayudaba en las tareas de mantenimiento así
como en la alimentación de las especies al mismo tiempo que ejercía como
recepcionista y en todo aquello en que se solicitaba su colaboración.
A Pascual si algo le ha caracterizado en el transcurso de
los años, ha sido su compañerismo y su discreción, es una persona callada y
retraída y de ahí posiblemente su disculpa para no asistir a este acto, pero la Corporación no puede
pasar por alto el darle las gracias públicamente a esta persona que día a día
ha colaborado en mantener el Acuario en las condiciones debidas y se le hará
llegar el deseo de que disfrute de su jubilación con su familia y en especial
con sus nietos que le con seguridad le harán sonreír.