La joven Rosa María Botella es la nueva representante de la mujer santapolera, un galardón que obtuvo gracias a los votos del público asistente el pasado sábado al auditórium El Palmeral en el acto de elección de la Reina de las Fiestas 2.010. La nueva reina estará acompañada por Verónica Candela, Alba Garzón, Clara Joaquín y Alba Ramírez, que conforman su corte de honor.
Más de 1.500 personas llenaron el auditórium El Palmeral para conocer al nuevo estandarte de la belleza santapolera, en un evento que presentó innovaciones en su desarrollo y que dignificó más si cabe la figura de la reina saliente. La escuela de danza Inmaculada Jaén amenizó la primera parte con varias coreografías inspiradas en el musical “Grease” mientras las cinco candidatas desfilaban ante el público primero en traje de noche y más tarde con el vestido tradicional de pescadora diseñado por Alberto Galera.
Entretanto la Comisión de Fiestas preparó un homenaje de despedida a la Reina 2.009, Sandra Calderón, y sus cuatro Damas de Honor, visualizando primero un montaje con imágenes de distintos momentos de su reinado y posteriormente, ya en el escenario, recibiendo emocionadas el calor y el fuerte aplauso del público.
Mientras los asistentes depositaban su voto en las urnas, la orquesta “Coliseum” amenizó la espera del recuento con una buena selección de versiones que levantó de sus asientos al público en una noche calurosa. Hasta que llegó el momento en que Triana Bueno, presentadora del acto y Reina del año 2.008, pidió la presencia en el escenario de la concejal de Fiestas, María Asunción Ruiz, y del alcalde Miguel Zaragoza, que fue el encargado de leer el acta y proclamar como nueva Reina de las Fiestas a Rosa Botella, que recibió sorprendida la buena nueva y llegó a derramar lágrimas de emoción mientras los fuegos de artificio rasgaban la noche santapolera.
La Bellea del Foc de Alicante, Mari Ángeles Guijarro, y la Reina de las Fiestas de Elche, Raquel Almarcha, junto a sus Damas de Honor, quisieron acompañar a la nueva reina en este momento tan especial y compartir una entrañable imagen sobre el escenario. El himno a Santa Pola puso el colofón a una noche mágica, cerrada definitivamente para los más animados por la música de la orquesta “Coliseum”.