Lucha constante contra la procesionaria

viernes, 13 de febrero de 2015

Un año más, la procesionaria es noticia en la villa marinera. Para los desconocedores de la materia, estamos hablando de una plaga endémica del pino Mediterráneo. En su fase más preocupante, consiste en unas orugas que forman un capullo en las copas de los árboles, capullo que las protege del frío, donde engordan tras salir a alimentarse. Posteriormente, éstas descienden al terreno para enterrarse y completar su ciclo biológico: formar pupa y llegar a mariposa.



El problema principal reside en que las orugas, como mecanismo de defensa, tienen unos dardos-pelos urticantes que son proyectados en situaciones de amenaza. El sobrenombre procesionaria le viene dado porque, al descender del árbol y desplazarse por el suelo, las orugas marchan en fila india, como si de una procesión se tratase.

Fran Martín, concejal de Medio Ambiente, apuntaba que en cuanto a la procesionaria, es imposible de erradicar. Lo más que podemos hacer es mitigar los efectos y su presencia todo lo que podamos. Para ello, tal y como apuntaban desde el departamento técnico de la Concejalía, se comenzó con un tratamiento previo en el mes de noviembre, inyectando en el tronco de los pinos un bacilo que, cuando llega a los brotes tiernos, de los que se alimenta la oruga, ésta muere. El tratamiento biológico ha continuado durante el mes de diciembre, de forma individualizada y centrándonos, especialmente, en los colegios, señalaba el concejal.

También en el mes de noviembre, gracias a un cañón pulverizador, se han tratado las zonas periurbanas, como Ronda Norte, Avenida Mediterráneo, Escandinavia y Monte de Santa Pola. El departamento técnico argumentaba que se puede hacer de esta manera gracias a que este tipo de tratamiento es inocuo tanto para el ser humano tanto como para la flora y fauna del entorno, hecho que no ocurre si hablamos de la fumigación, que llevaría sus tiempos de compartimentación y cierre de las áreas tratadas, puesto que es perjudicial.

Tanto la empresa Solutium, encargada de fumigaciones y tratamientos fitosanitarios en el municipio, como el departamento de Parques y Jardines, se han volcado en minimizar los efectos de la plaga en todo el casco urbano, recalcaba Martín, quien añadía que se han repetido los tratamientos, incluso, después de las lluvias, entre el 18 y 19 de diciembre, para que no mermase su efectividad. En cuanto a los colegios, en todos se ha actuado con la técnica de la endoterapia (pinchazo) para evitar que los niños puedan llegar a verse afectados de cualquier manera, aún con el fitosanitario.

Además de esta profilaxis se ha actuado de manera individualizada, parque por parque, zona por zona, con el refuerzo del personal municipal, cortando todas las bolsas que hemos podido observar, pero, pese a que se utiliza la cesta elevadora, y se revisan, aparecen bolsas, especialmente en las zonas más altas, las cuales no se han podido detectar en una primera pasada.

La especial disposición de Santa Pola, rodeada en gran parte de su término municipal por monte mediterráneo de pino, provoca que la infestación sea bastante complicada de controlar. Ponía un simple ejemplo Martín, el Colegio Joanot Martorell, en el cual se h actuado en repetidas ocasiones. Se ha tratado, cortado, recortado y re-recortado, además de realizar un tratamiento con piretoides todos los fines de semana, cuando no hay niños. El problema: la dimensión de sus árboles y la cercanía al paraje de Catarra.

Eso en cuanto a lo que concierne a la responsabilidad municipal pero, si hablamos del monte, dependiente de Consellería para todos los tratamientos, Fran Martín aseguraba que nos pusimos en contacto con ellos en el mes de marzo para que realizasen el tratamiento aéreo de su zona de competencia. Este tratamiento no se ha realizado. Sí que mandaron inspectores y, tras su valoración, enviaron una patrulla que trató con un cañón pulverizador la zona de sierra.


Preguntados los técnicos por este medio si la defoliación y la muerte de la masa forestal que afecta a muchos puntos de la sierra se debe, en exclusiva, a la procesionaria, éstos afirmaron, rotundamente, que no era así. El pino está adaptado a la plaga. Puede parecer que el árbol está muerte pero, en cuanto lleguen las lluvias y la primavera, rebrota. Que uno o varios árboles estén secos se debe más a una baja pluviometría o a posibles rupturas de ramas o troncos por el viento que al ataque de la procesionaria".