viernes, 21 de febrero de 2014

Seguridad Ciudadana vela por reducir el tiempo de evacuación en los centros educativos



La seguridad es un aspecto capital en la política municipal y, por ello, durante esta semana se ha realizado un simulacro de evacuación en el instituto Cap de l’Aljub en el que han participado 20 grupos de ESO y Bachillerato y once ciclos de PCPI, en total, unos 500 jóvenes y una prueba de evacuación en el IES Santa Pola, que implicó a 650 alumnos a través de tres puertas de salida.

Una de las finalidades de estas actuaciones, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Pérez Huerta, es “organizar, coordinador y protocolizar para que la seguridad de alumnos y profesores sea efectiva, dado que es un asunto prioritario”. El simulacro del IES Cap de l’Aljub se realizó bajo la supervisión de once monitores, entre ellos el jefe de planta y en la prueba de evacuación del IES Santa Pola participaron tres componentes de Protección Civil de Santa Pola.
            Ante la activación de la alarma, automáticamente se ponen en alerta y se personan en el centro los Bomberos, Protección Civil y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
            El objetivo principal de esta acción, según Pérez Huerta, es que “en caso de emergencia, sea ésta cual sea, el tiempo de evacuación sea el mejor posible. Para ello, se ha tenido en cuenta el protocolo necesario para que las evacuaciones se realicen en las mejores condiciones evitando todos los peligros potenciales y posibles riesgos”. Para ello, y con el objeto añadido de mejorar el Plan de Evacuación, Protección Civil y Policía Local pasarán un informe de evaluación a los centros con las pertinentes mejoras en seguridad.

Reducir el tiempo de evacuación
El modo de hacer realidad este objetivo es minimizar el tiempo de evacuación, siendo el óptimo un máximo tres minutos. En esta simulación el tiempo total fue de cuatro minutos treinta segundos. Al respecto Pérez Huerta reconoce: “Nos hemos distanciado un poquito del tiempo ideal, pero estamos contentos. La finalidad se va a conseguir porque todos los profesores y jefes de planta saben lo que tienen que hacer y dónde tienen que estar”.
Para reducir este intervalo, Pérez Huerta recomienda a los centros que “estos simulacros se repitan tantas veces como sea necesario hasta que se logre la evacuación en tres minutos”. Los centros educativos de la localidad suelen realizar uno cada trimestre, “donde se evalúa si el profesor ha dado las instrucciones de manera correcta para disminuir el tiempo de desocupación del centro”.
            Dado que las circunstancias psicológicas cambian cuando se trata de una emergencia real respecto a un simulacro, “se realizarán simulaciones de evacuación por sorpresa en otros centros, dado que es más real”, adelanta Pérez Huerta.



Procedimiento y recomendaciones
En pro de la seguridad, el edil del área recomienda que cada responsable de grupo cuente los niños de su aula para poder saber si posteriormente falta alguno. También es imprescindible tener claro cuál es el punto de encuentro y, una vez ahí, saber dónde hay que ubicar a cada curso. De la misma manera, para llevar un control exhaustivo, los jefes de planta deben ser los últimos en abandonarla, evitar que suban personas y supervisar que ningún niño se ha escondido por temor.

            Uno de los caballos de batalla en estos simulacros es la organización de los alumnos: “Debe hacerse de manera ordenada, en fila y pegados a la pared y no en masa como a veces sucede”, recuerda Pérez Huerta.